SEdeM

La etapa de Rosario Álvarez (1999-2006)

La junta de gobierno que regiría la SEdeM durante cuatro años a partir de enero de 1999 estuvo integrada por las siguientes personas:

  • Rosario Álvarez Martínez (presidenta)
  • Begoña Lolo Herranz (vicepresidenta)
  • Carmen Valle (secretaria), sustituida en junio de 2000 por Juan Pablo Fernández
  • Emilio Gimeno Reinoso (tesorero)
  • Alfredo Aracil Ávila (vocal)
  • Joaquina Labajo Valdés (vocal)
  • Mariano Lambea Castro (vocal)
  • Ana Vega Toscano (vocal)

Y además:

  • Ismael Fernádez de la Cuesta (vocal vitalicio)

Se aplica aquí por vez primera la disposición estatutaria que otorga la vocalía vitalicia a aquellos antiguos presidentes que lo hubieran sido por dos mandatos completos, los ocho años a los que tiene derecho cada uno a ser presidente, como máximo. Esta continuidad se pensó para que, en el caso –ya vivido– de que nadie se presentara a directivo, los antiguos presidentes pudieran seguir gestionando la asociación hasta formar una junta de gobierno nueva. Sustituye esta práctica a la idea, dos veces rechazada por la junta general, de que los cargos directivos se eligieran por cuatro años por mitades, una cada dos, es decir, que siempre quedara vigente la mitad de la directiva, lo que garantizaría mejor la continuidad del proyecto.
La nueva directiva presentó un proyecto de actuación ambicioso, basado en reactivar las publicaciones musicológicas de todo tipo; lanzar una colección de CDs que difundiera la música recuperada por miembros de la SEdeM; mejorar la relación con la musicología de las universidades e incentivar la afiliación y los patrocinios; buscar una sede social más amplia; organizar el V Congreso general para el año 2000; relanzar el premio anual de musicología; colaborar con otras asociaciones y entidades de similares fines, tanto nacionales como extranjeras, etc.
Este año se convocó el premio, que el jurado declaró desierto para desencanto de todos, pero se alquiló y amuebló una nueva oficina más amplia en la 7ª planta B-3 del mismo edificio de Carretas 14 donde residía la asociación. La subvención del Ministerio de Cultura, por un monto de 5 millones de pesetas anuales (luego de 30 mil euros) pasó a ser nominal, es decir, consignada en los Presupuestos Generales del Estado, y por tanto más garantizada (al menos en teoría). Al iniciarse el nuevo mandato, se vio que los socios habían descendido en el periodo final del presidente Preciado a 510, y al cerrar el primer ejercicio pudieron remontarse a 569, algo todavía bastante alejado de la pujanza de otros tiempos.
En esta situación se entró en el año 2000, último del siglo XX y de infausto recuerdo, toda vez que, siendo nuevo director general del INAEM nuestro consocio, antiguo directivo y ex-subdirector de la Revista de Musicología Andrés Ruiz Tarazona, se le fue de las manos el afianzar el presupuesto y, por primera y única vez en nuestra historia, la SEdeM no recibió subvención nominal del Ministerio de Cultura, que se logró en última instancia que fuera sustituida por otra ordinaria por la mitad. Este contratiempo, que afectaría al proyecto de publicaciones, contrastó con el gran éxito del V Congreso general de la SEdeM, Barcelona-2000, celebrado en las dependencias del CSIC de la capital catalana con ayuda del mismo, con un programa abierto, siguiendo el precedente del de Madrid-1997 (lo que se seguiría en el futuro para darle cabida a todas las tendencias y especialistas posibles).
Este año comenzó también a editarse el sello discográfico de la SEdeM «El patrimonio musical hispano», habiendo gestionado la presidenta el apoyo generoso de la Dirección General de Investigación de la Comunidad de Madrid en la persona de su director Francisco de la Rubia, quien se mostró muy sensible al proyecto de la SEdeM. Este patrocinio se prolongó durante tres años, concretándose en la edición de seis discos y la de tres volúmenes de ediciones y cuadernos de música antigua. Asimismo cerró la Presidenta un convenio con la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Castilla La Mancha, con la que también se realizaron dos ediciones discográficas, gracias especialmente al interés que se tomó para ello el asesor Jesús Martín Rodríguez, luego eficaz alcalde de Valdepeñas.
Dimitió la secretaria Carmen Valle y entró a sustituirla Juan Pablo Fernández González. Éste promovió la primera página web de la SEdeM y mejoró notablemente el boletín semestral de la asociación. A fin de año, el jurado declaró nuevamente desierto el premio anual de musicología. Terminó el cuatrienio de Begoña Lolo como directora de Revista de Musicología, y se le pidió que continuara en la tarea al menos por dos años más, hasta el final del cuatrienio de la junta de gobierno. Asumió el reto, y asimismo editó las Actas del V Congreso fuera del contexto de la Revista (al margen de una recomendación marcada por la Junta General para garantizar la difusión gratuita de los trabajos). Las editó como proyecto personal suyo en la serie editorial de la SEdeM «Catálogos y documentación» y bajo el título de Campos interdisciplinares de la musicología, que era el enunciado general de dicho congreso.
En 2001, durante la junta general celebrada en el primer trimestre para aprobar las cuentas del año anterior, se propuso por los socios que los congresos se organizaran con regularidad cada cuatro años, aceptándose que el de 2004 se celebrara en Oviedo, según se pidió en Barcelona. La junta se concentró este año en la política editorial y de nuevos CDs también subvencionados, a lo que ayudó la restitución por el INAEM de la subvención anual de carácter nominal y una importante contribución económica (un millón de pesetas), que duraría tres años, de un socio mecenas que pidió permanecer en el anonimato como tal. El premio de musicología fue fallado a año vencido y recayó en Pompeyo Pérez Díaz.
En 2002 se acordó que los premios de musicología fueran siempre editados por la SEdeM, a falta de dotación dineraria para los premiados, y así fue editado el trabajo sobre Dionisio Aguado de Pompeyo Pérez. Se conmemoraba este año el 25º aniversario de la fundación de la SEdeM, para lo cual la directiva realizó un acuerdo con la Fundación Juan March con el objeto de celebrar allí cuatro conciertos de cámara conmemorativos, en base a obras rescatadas por los asociados, los cuales se llevaron a cabo. También se llegó a un acuerdo con varias orquestas sinfónicas para que, con motivo de los 25 años de nuestra asociación, realizaran al menos un programa conmemorativo con música española, lo que hicieron sólo algunas (Córdoba, Tenerife...). También organizó la SEdeM en septiembre, en el marco del Festival de Música de Alicante y con apoyo del CDMC que lo organiza, un Encuentro sobre musicología y música contemporánea, entre compositores, musicólogos y críticos musicales, cuyas actas se publicaron nuevamente en volumen aparte, especialmente por haber sido un proyecto con patrocinios y convenios externos: la ONCE por un lado, y por otro la sección española presidida por Alfredo Aracil de la SIMC (Sociedad Internacional de Música Contemporánea). A finales de año expresó Begoña Lolo su deseo de no continuar con la dirección de la Revista, y fue elegido para sustituirla Mariano Lambea. El premio de musicología fue declarado una vez más desierto.
Con esto acabó el primer cuatrienio de Rosario Álvarez, marcado por una eficaz gestión de patrocinios y, en consecuencia, caracterizado por un espectacular relanzamiento de las publicaciones de la SEdeM, a cuya tarea editorial contribuyó muy eficazmente la vicepresidenta Begoña Lolo. Rosario Ávarez presentó una plancha renovada para su segunda etapa presidencial, y la nueva junta que se eligió para el cuatrienio 2003-2006 fue la siguiente:

  • Rosario Álvarez (presidenta)
  • José Sierra Pérez (vicepresidente)
  • Juan Pablo Fernández González (secretario)
  • Matilde Olarte Martínez (tesorera)
  • Alfredo Aracil Ávila (vocal)
  • Miguel Bernal Ripoll (vocal)
  • María Nagore Ferrer (vocal)
  • Inmaculada Quintanal Sánchez (vocal)

Y además:

  • Ismael Fernádez de la Cuesta (vocal vitalicio)

Esta junta continuó en 2003 la consolidación administrativa de la SEdeM, que comenzó el año contabilizando 810 asociados de los cuales 210 todavía eran morosos. Se intensificó la línea editorial de la asociación con nuevas publicaciones, así como la de CDs copatrocinados mediante convenios. El mayor esfuerzo se aplicó a organizar en Barcelona el Simposio conmemorativo del I centenario del “Motu proprio” de Pío X, que finalmente se celebró en noviembre con el apoyo del CSIC y al que acudieron destacadas personalidades, incluso extranjeras, implicadas en la creación musical religiosa del siglo XX. Las actas las publicaría la Revista de Musicología, y constituyen una impagable aportación sobre una parcela patrimonial poco atendida hasta entonces. Con este motivo también se acordó grabar un CD con música para órgano de organistas españoles del Motu proprio. El premio de musicología se concedió a Francisco Giménez Rodríguez.
En otoño de 2004 se celebró con gran concurrencia el VI Congreso general de la SEdeM, Oviedo-2004, y paralelamente el I Encuentro de jóvenes musicólogos, liderado por el secretario Juan Pablo Fernández, cuyas actas también publicó la Revista de Musicología. Ya desde el congreso de 1997 se había observado cómo la musicología española había experimentado un relevo generacional muy potente, fruto de las enseñanzas recibidas en los diferentes centros superiores. Entre otros aciertos de la presidencia de Rosario Álvarez, ésta de dar espacio a las nuevas generaciones, incluso en su junta, no fue el menor. En Oviedo, la junta general, que se reunió al término del congreso, recibió y aprobó la propuesta de Pilar Barrios para celebrar el próximo en Cáceres en 2008. El premio de musicología correspondiente a 2004 se le concedió a Elena Torres Clemente.
En 2005 cabe resaltar el acuerdo entre la SEdeM y la nueva Asociación Luigi Boccherini, constituida para celebrar el segundo centenario del fallecimiento en Madrid de este importante músico españolizado. El Simposio Internacional Luigi Boccherini y la música de su tiempo se celebró, en efecto, del 17 al 19 de noviembre en Madrid, y fue dicha asociación la que se subrogó la tarea de publicar las actas. Previamente, la Revista de Musicología había publicado también varios trabajos sobre dicho músico con motivo de su bicentenario. El premio de musicología correspondiente a este año fue declarado desierto por el jurado.
2006, último año del segundo cuatrienio presidencial de Rosario Álvarez, vino marcado por el esfuerzo de reorganización de la secretaría, que había sido objeto de relevos en el personal contratado y que sufrió la pérdida de toda la información al quemarse el disco duro del ordenador coincidiendo con una ola de calor. Todo fue restituyéndose con orden, especialmente la contabilidad y el control de los fondos, pero no así el de los asociados, que hubo de recomponerse en base a las fichas manuales existentes. Esta tarea no se culminó por la secretaria contratada, habiendo justificado al final el control de sólo 534 miembros. También intentó la SEdeM realizar un inventario de su fondo editorial, almacenado por Editorial Alpuerto en una nave industrial de Daganzo, lo que resultó imposible por diversos motivos. Fue ganadora del premio de musicología 2006 María Palacios Nieto.
La presidencia de Rosario Álvarez, pese a los diferentes contratiempos iniciales y a los imponderables de última hora, constituyó una etapa brillante, de consolidación y buena administración de la sociedad. No sólo recabó con éxito la ayuda para proyectos concretos y añadidos a la política editorial ordinaria de las comunidades de Madrid y Castilla La Mancha, sino también, por ejemplo, de Caja Duero o de la Conferencia de San Vicente Paul, entre otros. Con la venta de los productos y otros ingresos atípicos llegó a generar sabiamente un “fondo de reserva” o capital de seguridad, que permitiría en el futuro iniciar cada año disponiendo de tesorería suficiente como para seguir operando hasta la llegada de los cobros de cuotas, las liquidaciones del distribuidor de publicaciones o la subvención nominal del Ministerio. Ésta se vio sujeta ya en el último año a un decreto de control que impide el crecimiento económico de las asociaciones necesitadas de subvención, y por tanto de la creación (aunque no el mantenimiento a título de capital) de un fondo de seguridad como el que había conseguido generar Rosario Álvarez, asunto preocupante con el que se encontró la nueva junta de relevo.
En otro orden de cosas, las buenas relaciones de Rosario Álvarez con toda clase de asociados, debido especialmente a su talante conciliador y a su gran prestigio científico, así como su atención a los jóvenes, ampliaron considerablemente el apoyo que la SEdeM alcanzaría ya a nivel nacional al finalizar su mandato. Se restituyó una confianza generalizada en una asociación que, en su política de fomentar el estudio y la investigación de la música española en todas sus vertientes a través de congresos y simposios puntuales, se ha convertido en el punto de encuentro sin condicionamientos de ningún tipo que acoge y apoya a todos los interesados en estos temas.